Nunca te he mentido

No me pidas que te mienta
porque nunca te he mentido,
ni cuando tuve tu cuerpo
ni cuando tuve tu olvido.

No me pidas que te quiera
porque siempre te he querido,
aunque tú no lo pidieras
mi corazón fue tuyo y mio.

Sólo la luna iluminada
fue nuestro testigo,
pues con su luz iluminaba
la noche de nuestro delito.

¡Palabras que se lleva el viento!
¡Mentiras y amores fríos!
Solo el sol de la mañana
calentaba nuestro nido.

Me calentaban tus caricias
y tu sonrisa de niño,
noto mis entrañas
estremecerse de frío.

Pero un día tú te fuiste
y mi corazón contigo.
Tus abrazos, tus caricias,
mi memoria, mi castigo.

No me pidas que te mienta,
porque nunca te he mentido.

(23 abril 2003, Sant Jordi, Jocs Florals)